La salida a la venta del recopilatorio "Reforged - Riding on Fire" nos ha recordado que estamos en el vigésimo aniversario del debut
discográfico de Iron Savior, y tenemos la excusa perfecta para
recordar las magistrales letras de sus primeros trabajos. Hay que ser realista
y reconocer que en los grupos extranjeros lo que nos atrae de verdad es la
música. Ni los que mejor dominan el inglés pueden entender mucho sin los textos
delante, debido a la velocidad de las canciones. Unos por no tener un gran
nivel, otros por falta de tiempo, en lo que menos nos fijamos es en el mensaje.
Pero tampoco nos perdemos gran cosa. El power metal continental siempre aborda,
en mayor o menor medida, temáticas bastante repetitivas. Pocos salen de este
encasillamiento, y de entre estos privilegiados sobresalen con luz propia Iron Savior.
La historia es bien conocida. Surgidos en 1997,
pronto tuvieron gran repercusión porque los integrantes se su primera formación
fueron el batería de Blind Guardian,
Thomen Stauch, y el Dios del Metal Kai Hansen, acompañados por un
desconocido Piet Sielck, que se
encargaba de bajo, guitarras y voces y era el compositor principal. Aunque el
gran público se haya enterado mucho después, este sujeto llevaba más de diez
años de trabajo en la sombra. Estuvo en la primera formación de Helloween, cuando aún se llamaban Iron Fist. No tenemos ni idea de por
qué Sielk abandonó la banda, pero
sabemos que trabajó como ingeniero de sonido y co-productor en los LP´s de Gamma Ray "Heading for Tomorrow"
y "Sigh No More", y
en el EP "Heaven Can Wait".
Continuó su carrera de productor hasta que decidió poner en marcha su propia
banda.
En verdad poco aportaban Piet y sus Iron Savior
al panorama musical. Eran una excelente banda de power metal alemán, pero no
mejores que otras igualmente buenas. Sin contar que hay muchísimos cantantes
mejores que Sielk. Lo que da
originalidad al Salvador de Hierro
son sus increíbles letras. Las canciones eran en realidad capítulos de una
magistral historia de ciencia-ficción, de la que cada disco es una entrega. Los
trabajos “Iron Savior”, “Unification”, “Dark Assault” y “Condition
Red” forman una tetralogía irrepetible. Todos ellos contienen un
cuidadísimo libreto en el que se narra un resumen de la historia que se va a
contar. Y antes de la letra de cada canción hay unas pocas frases que explican
su significado, una por una. Pero veamos el planteamiento de esta genial
narración.
El Iron
Savior es una estación de combate espacial, totalmente automatizada,
mediante un poderoso sistema computerizado controlado por un inmortal cerebro
humano, la bio-unidad. Tenemos la impresión de que Piet Sielk debió de inspirarse algo en el “Electric Eye” de Judas Priest. Esta nave fue construida por la milenaria Atlantis para protegerse
de la amenaza de la Alianza, la especie humana que controla el resto del planeta.
Del mismo modo que en un momento de la evolución convivieron Neandertales y
Cromañones, los atlantes y sus vecinos son humanos con características muy
distintas. La Alianza ha degenerado en una raza cruel y tiránica que quiere
sojuzgar a la Atlántida, la cual, construye al Iron Savior con fines defensivos. Pero todo se tuerce cuando la
Alianza obtiene el código de comunicaciones secreto del Iron Savior, consiguiendo arrebatar a la bio-unidad el dominio de
su computadora, que comienza destruyendo la colonia atlante en la luna. Un
heroico comando logra abordar al Iron
Savior y toma su control sólo lo suficiente para hacerlo salir del sistema
solar, haciéndole emprender un rumbo que no le permitirá volver a la Tierra
hasta después de 350.000 años. Antes de morir en el espacio, consiguen
programar en la computadora la orden de volver a proteger Atlantis y conquistar
a sus enemigos cuando regrese.
Mientras, la Alianza ha hundido Atlantis en el
océano con un masivo ataque nuclear que, evidentemente, provoca una serie de
desastres naturales que arrasan el resto de continentes. Cualquier signo de
civilización queda borrado y los pocos supervivientes sufren una regresión que los
sitúa en la edad de piedra.
En 2108 el Iron Savior regresa por fin a su mundo. La bio-unidad continúa paralizada y sin capacidad de decisión. Al no encontrar a la Atlántida, la lógica conclusión de la computadora es que debe continuar la guerra contra los que han destruido a sus creadores.
Las canciones del primer disco giran alrededor de
esta fascinante trama argumental. Por ejemplo, "Atlantis Falling"
habla de la aniquilación de Atlantis. "Riding in Fire" cuenta cómo
unos pocos atlantes huyen al espacio logrando escapar de la catástrofe.
"Children of the Wasteland" o "Protect the Law" describen
el apocalíptico mundo de pesadilla en que se ha convertido la Tierra tras el
devastador ataque del Iron Savior, y
la vida de los supervivientes bajo su tiránica vigilancia. "Watcher in the
Sky" nos hace ver las cosas desde el punto de vista de la bio-unidad, que
continúa con vida pero totalmente incapaz de hacer nada más que mirar. Por el
contrario, “Iron Savior” recoge la propia visión de la trastornada computadora.
La historia se cierra con esperanza, en "For the World", donde las
fuerzas de la resistencia continúan su lucha e intentan conseguir que la
bio-unidad recupere el control y finalice la guerra. A este primer trabajo, “Iron Savior”, se le pueden poner
algunas objeciones para ser considerado perfecto. Algunos de los temas no
tienen nada que ver con la historia del Salvador
de Hierro, como “Brave New World” o “Break It Up”, quizá la más floja de
todas. Y en cuanto a los restantes, no van ordenados siguiendo el hilo de la
historia.
Las siguientes entregas, “Unification” y “Dark
Assault”, superan con mucho a su predecesora, y al menos en lo que refiere
a las letras, son sin duda los dos mejores trabajos de toda la discografía de Iron Savior. En “Unification”, la acción continúa en 2110. La resistencia localiza
en una isla al último Atlante, que ha permanecido 300.000 años en hibernación
("Deadly Sleep"). Éste intenta utilizar sus códigos para detener al
agresor en “Brothers (of the Past)”, pero la computadora se niega a obedecerle.
“Forces Of Rage” y “Eye To Eye” continúan narrando el transcurso de la guerra
contra el tirano, quien, además de atacar desde el aire, en tierra controla
ejércitos robóticos. En "Coming Home" y "Starborn", atraída
por las transmisiones del propio Iron
Savior, llega a la Tierra una flota procedente de Caldaria, el planeta en
el que se asentaron los atlantes que habían huido al espacio en el anterior CD.
Tampoco consiguen frenar al monstruo metálico. "Prisoner of the Void"
cuenta cómo la bio-unidad intenta romper con su bloqueo y controlar a la
computadora, pero ésta ha tomado conciencia propia ("Mind Over
Matter") y no sigue sus instrucciones. La mente artificial está totalmente
enloquecida y es absolutamente incontrolable. Fianalmente, en "The
Battle", terrestres y caldarianos unen sus fuerzas contra el Iron Savior, a quien consiguen expulsar
del sistema solar en la maravillosa "Unchained".
"Forevermore" es un bello canto de paz y esperanza, en el que las dos
razas humanas contemplan su futuro en unión y hermandad. En este punto poco
parecía dar más de sí la historia del Iron
Savior. Pero la imaginación de Piet
Sielk, aún seguía desbordante de ideas.
Entre las dos obras maestras estuvo "Interlude", un trabajo
extraño que ni siquiera los propios Iron
Savior tienen en cuenta dentro de su discografía. La mitad son canciones en
directo, el resto es una versión y cuatro temas que siguen la línea argumental
en 2134. Los viajes espaciales son ya algo habitual entre la Tierra y Caldaria.
Súbitamente en medio de una de las rutas aparece una brecha espacio-temporal
por la que surgen naves alienígenas que atacan despiadadamente. Se trata de una
raza de depredadores que consumen toda la energía y recursos que encuentran a
su paso, aniquilando a quien se interponga en su camino. Con su propio universo
devastado, escapan a la autodestrucción mediante una tecnología que les permite
abrir portales dimensionales. Estas cuatro canciones sólo cuentan las primeras
oleadas de ataque de los parásitos.
"Dark Assault" continúa seis años después, y no es
necesario haber escuchado "Interlude"
para seguir la historia. La raza invasora, denominada, "La Sombra" es heroicamente combatida en "Never Say
Die", "Solar Wings" y "Pedators" por las dos especies
humanas, pero por el portal dimensional no paran de entrar más y más naves
atacantes. En "Seek And Destroy" un grupo de valientes emprende viaje
con la misión de penetrar en la brecha y destruir con armas nucleares el mundo
de origen de los depredadores. Sin la tecnología que lo mantiene abierto, el
portal desaparecerá, pero ellos no podrán regresar. Al mismo tiempo, "I´ve
Been To Hell" vuelve a dar noticias del Iron Savior. De hecho, esta canción marcará un antes y un después
en toda la historia del atormentado cyborg. Después de tres décadas al borde la
locura, por fin la bio-unidad logra controlar por completo a la asesina
computadora. Y emprende el viaje de regreso a la Tierra. Justo para encontrarse
en "Firing the Guns" con que la batalla contra La Sombra está en su peor momento, pese a que en "Dragons
Rising" el último atlante había asumido de nuevo el mando de la lucha.
Haciendo por primera vez en 30 milenios honor a su nombre de Salvador de Hierro, invierte la
situación con su poderoso armamento y la flota de La Sombra queda aniquilada.
Mientras, en
"Back Into The Ligth" el comando suicida ha logrado destruir el mundo
natal de los parásitos y en ese universo muerto tratan de encontrar el camino
de regreso antes de que la brecha termine de cerrarse. Contra todo pronóstico,
lo consiguen en "After The War". Se abre una nueva era de paz en la
que el Iron Savior será el protector
de la humanidad y los caldarianos.
El último gran disco de la saga es “Condition Red”. La creatividad de Piet ya empieza a dar algunos síntomas
de agotamiento. Alguna canción no tiene nada que ver con las aventuras del Iron Savior (“Thunderbird”). Los cortes
tampoco están numerados por orden cronológico. Además de continuar con la
historia, algunos temas vuelven atrás en el tiempo, recordando hechos ya
narrados o revelando sucesos desconocidos. La sorpresa que se saca de la manga Sielk está muy bien ideada. En esta
entrega conocemos a Protector, el Dark Savior. La némesis de nuestro
heroico cyborg. Su origen debe ser explicado de forma detallada.
Es
necesario volver miles de años atrás en el tiempo. El diseñador del Iron Savior fue el gran científico Rador CulDranoc, quien también quería
ocupar el lugar de la bio-unidad con su propio cerebro y ser así inmortal
(“Titans Of Our time”). Pero el Consejo de Atlantis, temiendo por el estado
mental de Rador, y sospechando que
su cordura no resistiría el paso del tiempo, eligió a otro hombre para que
aportara su cerebro. Así nos enteramos de que en su anterior vida el Salvador de Hierro se llamaba Jord Braal. Muerto de celos y odio, el
miserable CulDranoc fue quien
traicionó a Atlantis y proporcionó a la Alianza la forma de controlar al Iron Savior. Todos los desastres que
sucedieron después, y de los cuales ya se habló en el primer disco, fueron en
realidad culpa suya. Algunos sucesos son rememorados, como la huida de algunos
atlantes al espacio (“Paradise”). También Rador
logra escapar, pero poco después de que empiece la devastación nuclear. Eso
le provoca una alteración genética cuyos efectos veremos a continuación. En un
remoto mundo, construye otra nave similar a la que diseñó y esta vez es su
propio cerebro el que utiliza para controlarla. Así nace Protector, el Dark Savior.
Totalmente loco, sólo piensa en conquistar más y más planetas. Lo que le
resulta muy fácil porque la mutación sufrida le permite ejercer control mental
sobre todas las razas que tienen la desgracia de encontrarse en su camino
(“Protector” y “Mindfeeder”). Después de milenios en los que en ningún mundo
han podido detenerle, se aproxima a Caldaria en “Ironbound”. El planeta hermano
cae bajo su control, pero los terrestres que se encuentran allí descubren que,
al ser descendientes de los pocos que sobrevivieron al holocausto nuclear, son
inmunes a los poderes mentales de CulDranoc.
De la Tierra parte precipitadamente una poderosísima flota de auxilio en “Condition
Red”. “Warrior” y “No Heroes” nos muestran el punto de vista de los valerosos
terrícolas que van a enfrentarse a Protector
y sus fuerzas invasoras. Quizá la más bella letra de todo el disco es
“Walls Of Fire”, protagonizada por dos pilotos que han quedado con su nave averiada
tras las líneas enemigas. Todo un canto al compañerismo y al afán de lucha, uno
de ellos está herido y cae en la desesperación, mientras su amigo no se rinde y
no cesa en su empeño de animarle sabiendo que su rescate es posible.
¿Qué ha sido mientras tanto del Iron Savior? Sólo sabemos en “I Will Be There” que ya nunca habrá
vuelta atrás y que en adelante su único objetivo será defender la humanidad.
Pero no queda claro si participa en la flota que combate a Protector. En cierto modo el desarrollo de la historia decepciona.
Si esperábamos asistir a un gran enfrentamiento entre el Dark Savior y el Iron Savior, nos quedamos con las
ganas. Sólo en “Tales Of The Bold” nos enteramos de que la batalla ha terminado
con una gran victoria a costa de las vidas de muchos valientes. Hemos de
suponer que Protector fue destruido
en el combate. Hoy día, quince años después de “Condition Red”, no ha vuelto a aparecer. Tampoco volverá a ser
mencionado el planeta hermano Caldaria. Quizá, al ser conquistado por el Dark Savior, sufrió tanta destrucción
que no quedaron supervivientes, o éstos se vieron obligados a emigrar a la
Tierra.
En la web de Iron Savior www.iron-savior.com viene un resumen de todo lo que hemos narrado hasta el momento. A partir de aquí, en esta página no hay más datos de lo sucedido con el Salvador de Hierro. Pero las aventuras del valeroso cyborg continuaron aunque ya nada volvió a ser lo mismo.
La
siguiente entrega, “Battering Ram”
fue el principio de una nueva era. Quizá no sabiendo cómo continuar la
historia, o simplemente cansado y deseando escribir sobre cosas nuevas, sus temáticas
no tienen apenas nada que ver con todo lo anterior. En la web oficial se
describen una serie de aventuras vividas por la tripulación de la nave espacial
“Thunderbird”. Si bien algunas
letras hablan de viajes en el espacio y tienen temática futurista, en el
libreto desaparecen para nunca volver los textos explicativos de los discos
anteriores. Con lo cual comprender la historia, en caso de haberla, se hace muy
difícil. Cualquier esperanza de conocer más detalles sobre la guerra del
episodio anterior o de tener más noticias del destino final de Protector se esfuma. Quizá la excepción
sería “Tyranny Of Steel”, que narra
la defensa de la humanidad del Iron
Savior contra un enemigo que bien puede ser el Dark Savior, la flota de La
Sombra o una nueva amenaza. También “Wings Of Deliverance” tiene a la nave
cyborg como protagonista, adentrándose en su psicología y en cómo se siente en
tantos milenios atrapado dentro de un cuerpo metálico.
La
temática futurista continuó en “Megatrópolis”.
Posiblemente el disco más flojo de la historia de la banda. Sólo hay una
canción que continúa la historia del Salvador
de Hierro, y resulta ser la última del CD. Se trata de “Farewell And Good
Bye”, en la que sin saber en qué ocupar su tiempo y sin enemigos que combatir,
el cyborg toma la decisión de abandonar la Tierra y dedicar el resto de su
inmortal existencia a viajar por el espacio. También puede ser interpretada
como la despedida definitiva del personaje por parte de Piet Sielk. De hecho, estuvo durante cuatro años dedicándose a
otras actividades y con los fans de la banda pensando que había sido disuelta.
“The Landing” significó la
inauguración de una nueva etapa con energías renovadas. Definitivamente Piet abordará mucha más variedad en sus
letras, que lo mismo tendrán una temática épica que serán cantos de fidelidad
al heavy metal. Pero siempre continuará habiendo dos ó tres canciones que,
aunque con cuentagotas, nos seguirán ofreciendo nuevas noticias del Iron Savior. Sus viajes por el espacio
se cuentan en “The Savior”, pero decide emprender el regreso a la Tierra en
“Starlight”. Cuando por fin llega se encuentra con horror con que en su
ausencia el mundo ha sido devastado y apenas hay supervivientes (“March Of
Doom”). Repetimos de nuevo que en los libretos no hay textos aclaratorios y que
seguir la historia exige esfuerzo y leer las letras con mucha atención.
En “Rise Of The Hero” el Iron
Savior ha vuelto con sus excursiones, y esta vez además de viajar por el
espacio, también lo hace a través del tiempo (“Firestorm”). Cuando se encuentra
explorando los límites de la realidad, percibe una nueva amenaza para la
Tierra, que exige de nuevo su regreso (“From Bar Beyond Time”). Este enemigo
desconocido, cuya naturaleza no está muy clara, comienza su ataque sobre
nuestro mundo en “Thunder From The Mountains”. Pero el Salvador de Hierro llega a tiempo en “Iron Warrior”. También “Last
Hero” puede hablar del Iron Savior,
pero es una canción abierta a otras interpretaciones.
Tras el excelente trabajo
en directo “Live At The Final Frontier”,
la última entrega de material nuevo que tenemos de momento es “Titancraft”. Sólo hay tres temas que
tratan de la nave cyborg. Uno es “Titancraft”, en la que una vez más el cerebro
humano encerrado para siempre en su interior reafirma su inamovible voluntad de
defender a nuestra especie. Otro es “Brother In Arms”, en el cual el Salvador de Hierro acude a la Tierra
para liderar a la humanidad en el enfrentamiento contra una amenaza, suponemos que
la misma de “Rise Of The Hero”.
Aunque también podría tratarse de enemigos nuevos. El Iron Savior parece protagonizar además “Beyond The Horizon”, en el
que habla de la Tierra como una amante que le sirve como guía de su larga
existencia, y como un faro que siempre le orienta al regreso de todos sus viajes.
El recopilatorio “Reforged-Riding On fire” es por ahora
la nueva entrega discográfica de Iron
Savior. Compuesto únicamente por versiones regrabadas procedentes de los
cinco primeros discos, ha sido una oportunidad perdida. Se podrían haber organizado
los temas presentando un resumen cronológico de las aventuras que hemos
descrito. Habría sido perfecto para los recién llegados. Pero la selección ha
sido de todo menos afortunada. No obstante, nada impide que se pueda hacer
mejor en un futuro. Estamos totalmente seguros de que la historia continuará en
los próximos trabajos aunque siga siendo en forma de canciones sueltas. ¿Quién
sabe? Quizá Piet decida algún día volver
a componer de nuevo discos dedicados íntegramente a las andanzas del Salvador de Hierro.
Nacho Jordán